SECCIÓN 1
La psicología sistémica es un marco conceptual interdisciplinario que estudia y comprende los fenómenos observando las relaciones y la comunicación entre sus partes, en lugar de analizarlas de forma separadas. El objetivo científico de este enfoque es mostrar las leyes y propiedades de estos sistemas, empleando este conocimiento para entender e intervenir en sistemas sociales, especialmente en el sistema familiar. (Vital, et al, p.38-40).
Por una parte, tenemos el concepto de sistema el cual refiere a una entidad que se mantiene integrada por la interacción de sus partes. Un sistema abierto, puede intercambiar elementos, energía y contenido a su entorno, para la psicología sistémica, la familia es considerada un sistema abierto, esto quiere decir que esta establece una interacción constante con su ambiente, emitiendo y exportando elementos, energía y contenido. También este enfoque, reconoce que un individuo es un sistema compuesto por sistemas biológicos. (Vital, et al, p.38-40).
La teoría general de sistemas se distingue entre sistema (la familia), suprasistema o macrosistema (medio o entorno) y subsistemas (los miembros que integran la familia). A diferencia de otros enfoques, la psicología sistémica adopta una perspectiva colectiva: la cual se enfoca en la familia como un elemento de estudio, en lugar de estudiar a la persona de manera aislada. (Vital, et al, p.38-40).
Objeto de estudio
Su objeto de estudio es la interacción de los individuos dentro de los sistemas a los que pertenece, estudiando los fenómenos de relación y comunicación. Este enfoque se extiende a las personas individuales, teniendo en cuenta los distintos sistemas que componen su contexto, siendo fundamental para la psicología sistémica la familia. Su estudio, se centra, en como los sistemas en este caso las familias funcionan como una totalidad interconectada, de modo que los cambios de un miembro pueden llegar a afectar a los demás y viceversa. Por medio de este enfoque se analiza los patrones de comunicación, estructura y límites dentro de la familia, buscando entender cómo se genera y se mantiene ciertos comportamientos, conflictos o problemas en el grupo, ayudando a buscar la alternativa para transformar y solucionar estos agraviantes dentro del sistema familiar. (Vital, et al, 2015. P. 47).
Características del enfoque sistémico
Este pensamiento sistémico se basa
en entender el mundo como una red de relaciones integradas entre ellas tiene
cuatro principios claves estos son:
1. El principio
de posición: Este principio está dentro de
un sistema, y los elementos que lo
conforman tienen un lugar específico en una jerarquía y
un orden vertical. Esto también se aplica en
el analizar de sistemas más amplios
(suprasistemas). (Etecé, 2016).
2. El Principio de
relación: Los elementos de un sistema están conectados, los
cuales generan interacciones, como atracción o
repulsión, esto permite entender cómo funcionan a través de una
"teoría de campo”. (Etecé, 2016).
Otros conceptos fundamentales en la psicología sistémica.
Totalidad: La idea de totalidad sostiene que el todo es más que la suma de sus partes, ya que cada elemento de un sistema que condiciona y es condicionado por los demás y por el sistema en su conjunto. En el contexto familiar, cada miembro afecta al funcionamiento general; al eliminar uno, la dinámica cambia, pudiendo llevar a la desintegración del sistema. En casos de divorcio, el sistema familiar se destruye, dando lugar a nuevos sistemas con dinámicas diferentes. (Vital, et al,2015, p.41).
Retroalimentación: La retroalimentación en los seres vivos, es la habilidad de recolectar información sobre su propio funcionamiento en tiempo real ajustando su función. Existen dos funciones principales en la retroalimentación: la primera de ellas es la función homeostática, la cual busca mantener la estabilidad del sistema, por otro lado, tenemos la función morfogenética, la cual promueve el crecimiento. En este sentido la retroalimentación puede ser negativa o positiva. Pero para entender estos tipos de retroalimentación, es necesario aclarar el concepto de homeostasis. (Vital, et al,2015, p.41).
Homeostasis: En el contexto de la cibernética de Wiener, la define como la habilidad de un sistema para autorregularse manteniendo sus características constantemente, por medio de intercambios con otros sistemas. Este se refiere a que toda adaptación busca el equilibrio interno, un ejemplo del concepto de homeostasis, nos lo da el cuerpo humano, el cual regula su temperatura, permitiendo que un sistema se mantenga estable a lo largo del tiempo. En cuanto a los sistemas familiares, la homeostasis también opera a través de procesos en procura de homeostasis, los cuales devienen de la retroalimentación negativa para conservar el equilibrio. (Vital, et al,2015, p.41).
Retroalimentación negativa: Esta describe cómo los sistemas recogen datos a través de dispositivos de entrada, como los órganos de los sentidos en el caso del cuerpo humano, los cuales ejecutan acciones correctivas para mantener el estado inicial. Tomando un ejemplo de esto sería el aumento de la temperatura corporal al hacer ejercicio, para este caso los termorreceptores envían datos al sistema para generar ajustes y retornar a la temperatura inicial, demostrando la retroalimentación negativa y los procesos homeostáticos. Esta retroalimentación negativa busca reducir los efectos de los intercambios con otros sistemas. Como ejemplo, cuando un padre pierde su empleo y enfrenta dificultades económicas, una respuesta homeostática sería ayudarle a recuperar su productividad, ya sea en el mismo empleo o en otro. (Vital, et al,2015, p.42).
Retroalimentación positiva: Según la segunda cibernética de Maruyama, esta implica la recolección de datos sobre las acciones del sistema para realizar ajustes que permiten su adaptación y transformación. La retroalimentación “positiva” suma elementos adaptativos al sistema y se asocia con procesos morfogenéticos de cambio y crecimiento. Un ejemplo en un sistema familiar seria si el padre pierde el empleo, otros miembros de la familia pueden asumir nuevas responsabilidades para reducir gastos o buscar ingresos, otra alternativa seria si la familia inicia un negocio propio, lo cual constituiría un ajuste morfogenético. (Vital, et al,2015, p.43).
Causalidad circular: Se refiere a la interacción reciproca y no lineal de los elementos que conforman un sistema. El cambio de un elemento afecta a otros, y estos cambios, a su vez, influyen en el elemento original, creando un circuito complejo de interacciones. Por ejemplo, la sudoración durante el ejercicio está se encuentra determinada por factores como el ritmo cardíaco y la temperatura, la cual, a su vez, afecta al rendimiento, provocando otros efectos en el cuerpo. Asimismo, una respuesta agresiva de un padre hacia su esposa no siempre es consecuencia de una acción directa de ella, sino que puede ser el resultado de múltiples factores externos, como problemas laborales o físicos. (Vital, et al,2015, p.43).
Equifinalidad vs Equicausalidad: Por una parte, la equifinalidad propone que un sistema puede lograr el mismo resultado final, por medio de distintos puntos de partida, mientras que la equicausalidad señala que un estado similar puede llevar a resultados diferentes. Ambos principios, vinculados a la circularidad, enfatizan que la causalidad en los sistemas no es lineal. En el caso de la equifinalidad, una familia puede llegar al divorcio independientemente de sus circunstancias iniciales, como tipo de unión o edad de la pareja. Por otro lado, en la equicausalidad, la muerte de un familiar puede resultar en diversos desenlaces, como unión o conflicto entre los miembros restantes. Estos conceptos son clave en la psicología sistémica, ya que desplazan la importancia de la causa inicial de un problema y destacan la intervención para romper el círculo de "no cambio", sin importar "quién empezó" un conflicto. (Vital, et al,2015, p.43).
Aportes a la psicología sistémica desde la pragmática de la comunicación
La psicología sistémica moderna ha sido influenciada por la pragmática de la comunicación, aportando una mejor comprensión de las dinámicas sociales y familiares. Entre estos aportes se encuentran los cinco axiomas principales estos son:
1. La imposibilidad de no comunicar: Incluso el silencio transmite algo, y es esencial en los reconocimientos de los diferentes procesos comunicativos. (Vital, et al,2015, p.45).
2. El contenido y relación: en cada mensaje la comunicación tiene una dimensión de contenido, una de contenido (verbal) y otra de relación (no verbal), donde lo relacional clasifica y modifica el mensaje. (Vital, et al,2015, p.45).
3. El puntuación de secuencias: La percepción de los actos comunicativos influye en la relación. Las diferencias en esta percepción pueden llevar al conflicto. (Vital, et al,2015, p.45).
4. La comunicación digital y analógica: Por una parte, el lenguaje digital (verbal) es claro y estructurado, mientras que el analógico (no verbal) es ambiguo y abierto a interpretación, lo cual pude llegar a generar posibles malentendidos. (Vital, et al,2015, p.45).
5. Los intercambios simétricos o complementarios: En este, los intercambios pueden ser entre iguales o en posiciones de superioridad/inferioridad. Estos conflictos surgen cuando se cuestiona el rol en estas relaciones, causando una "escalada simétrica”. (Vital, et al,2015, p.45).
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